La Perra

“El hombre se levanta y entrelaza las manos como si estuviera rezando, aunque más bien parece pedir perdón a la pequeña mujer” ~ La perra de Alberto Val.

Nos vamos a Tenerife de la mano de la inspectora Guiomar Aguilera que combina su trabajo con el cuidado de su hijo pequeño dependiente, un aspecto que quiero destacar porque me ha gustado que se haya visibilizado este punto y que el trauma de los investigadores no sean otros. Por una vez tengo que aplaudir porque me parece que poner sobre la mesa el cuidado de dependientes es importante; como sociedad deberíamos preocuparnos.

Al lío. El libro comienza de una manera brutal –ideal para los amantes de los “mata mata” sangrientos– y no es la única secuencia subida de tono en este sentido. Guiomar Aguilera se encarga de la investigación de un famoso tenista desaparecido pero cuando acude a su vivienda se encuentra con un cadáver que ha sido torturado. Ahora, además de buscar al tenista ha de esclarecer el crimen que además se va complicando hasta el final en el que me han quedado algunas cositas colgando pero que por el buen rato que me ha hecho pasar se pueden obviar.

La historia se lee fácilmente, es de esos libros de “un capitulo más y lo dejo”, ¡mentira! Ahí sigues, dale que dale. También nos va contando la historia que hay detrás de “La Perra” un personaje que me ha encantado y que para mi merece un libro propio porque tiene tela la mala, malísima esta. Vamos, que seguiré leyendo a este autor, sin duda.