Un juego letal

Bien, si ya me gustó el anterior libro de la autora, este no me ha defraudado en absoluto. Podría decirse que me ha gustado el triple, sobre todo, porque considero que está mucho mejor llevado, notándose así la madurez de la autora, sobre todo a la hora de conectar hechos y moldear personajes.

Es una lectura de lo más adictiva, solo os digo que monté una LC para ir leyéndolo poco a poco y fui de las primeras personas que comenzó a saltarse las metas, sin poder parar de leer y acabándolo a muchos días de diferencia. Una vez lo comienzas, ya no quieres saber nada más del mundo exterior hasta que por fin lo has terminado.

Mantiene una narrativa juvenil, que eso hace que se lea solo, sin apenas darnos cuenta. Una pluma igual de ágil que en "Uno debe morir", que también usaba el mismo tono juvenil y desenfadado, pero ideal para cualquier tipo de lector. Eso sí, las puestas en escena y los personajes están mucho más moldeados y mejor caracterizados, por lo que la experiencia de lectura es mucho más plena.

Dentro del libro, nos vamos a encontrar buen trabajo de inclusión, no solo en los personajes principales, si no también en sus familiares y secundarios. No se hace nada forzado y considero que ha usado una naturalidad tan correcta, que es lo que hace que todo fluya de una manera muy buena.

Sí es cierto que me ha pasado algo similar a la vez anterior y es que en el final, he encontrado sucesos demasiado convenientes para poder resolver mejor todo lo que estaba ocurriendo. Que ojo, eso no le quita calidad a la historia, ni mucho menos, sobre todo teniendo en cuenta lo que se está leyendo.

Hay varias cosas que me llegué a imaginar desde un principio y que conseguí acertar, pero hubo muchas otras que me sorprendieron y que me dejaron con la boca abierta. Esos giros que te hacen volar la mente y sobre todo, que te hace montarte mil teorías que luego podrían no cumplirse. Sin duda, una obra que he disfrutado muchísimo.
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