Dos mujeres viajan desde su Colombres natal a la lejana Cuba, una acompañando a su padre doctor y la otra a la espera de poder casarse. Su destino es un ingenio azucarero, donde deberán enfrentarse a un gran cambio cultural, un sitio donde se mezclan las razas, las creencias y donde impera el poder del más fuerte. Es un libro que te atrapa de principio a fin y no te dejará indiferente: amarás, sentirás ternura, enfado, odio y te romperán el corazón. Lo más sorprendente es que lo que me atrapó no fue exactamente la historia de las dos mujeres, sino otro personaje: Solita, una niña que nos introduce ese mundo donde las supersticiones, el rechazo a la mezcla de sangre, son el pan de cada día. Amarás a esa niña y se te quedará en el corazón. |