Padres e hijos

Padres e Hijos de Iván Turgueniev es una novela publicada en 1862. Esta novela representa una transición en dos sentidos; por un lado, la transición de la vieja hacia la nueva generación y sus conflictos, vieja y nueva generación encarnadas por los padres y por los hijos respectivamente; por otro lado, esta novela es una muestra de la incipiente transformación del estilo y la forma que operaba en la literatura rusa y que alcanza la cumbre con autores como Dostoievski y la novela polifónica. Cada una de estas transiciones tiene un variado número de aristas y sucesos que Turgueniev va planteando a lo largo de la historia. Muchas veces apenas deja pequeñas pistas que deben servir de guía para el lector.

Empecemos por el primer aspecto o sentido que cobra la novela. Padres e hijos está ambientada en el año 1859, dos años antes de que se diera el cambio en la propiedad rural rusa y sus relaciones de producción. Rusia hasta entonces había sostenido una relación feudal de vasallaje entre los campesinos y su señor. Las nuevas relaciones de producción empiezan a perfilar la entrada de Rusia al sistema de producción capitalista. Esta transición supuso el enfrentamiento entre dos formas de ver el mundo. Por un lado, los viejos señores que se veían beneficiados por el antiguo sistema y que consideraban que no debía cambiarse. Por otro lado, las nuevas generaciones que apuntaban a una modernización en lo económico y a una transformación moral y política del pueblo ruso.

Estas generaciones y su contradicción, Turgueniev las encarn
a en sus personajes. Arkadi y Bazaróv son los jóvenes que ven hacia el futuro y cuestionan el pasado. Nikólai y Pável –padre y tío de Arkadi respectivamente- representan la vieja generación de señores. Pero como mencioné, en todo hay matices. Quizá los personajes más razonables serán Arkadi y su padre Nikólai. Ellos entienden que el cambio es natural y necesario, pero no se obstinan en ello. Arkadi, como discípulo de Bazárov pareciera que al principio de la obra fuese un radical como su maestro, pero con el paso de la historia nos va dejando ver que no es así, es un buen hombre, con buenas intenciones y bastante influenciable, nada más. En cambio, en los extremos de las posturas están Bazárov y Pável. Desde su primer encuentro la contradicción aparecerá entre ellos. Bazárov se declara nihilista y Pável es un viejo dandy que persigue los ideales del romanticismo alemán.

Aquí es importante hacer una pausa y hablar sobre qué es el nihilismo. Turgueniev decía en sus memorias literarias que su objetivo con esta novela era mostrar al “nuevo hombre”, su sistema de valores y forma de pensamiento. Ese nuevo hombre es el nihilista y en la novela, ese hombre nuevo, es Bazárov. En las primeras páginas Turgueniev ya nos da su definición de nihilismo. Dirá que “El nihilista es un hombre que no acata ninguna autoridad, que no tiene fe en ningún principio ni les guarda respeto de ninguna clase, ni se deja influir por ellos”. Y ese es precisamente Bazárov. Este personaje es un médico que desconfía de las viejas generaciones, de sus cosmovisiones y de sus valores. Dentro de su pensamiento y actuar ni la razón se salva, invita a desconfiar de todo aquello que se dé por cierto o verdadero. Para el nihilista, según él, lo único que debe importar son los hechos puros, libres de interpretación. Aunque esta visión podría llevar a un “nada importa”, Turgueniev y Bazárov saldan esto diciendo que lo más importante para el nihilista es el compromiso social con su profesión. Es decir, se le da una dimensión social a esta postura ética y política y así se le da un nuevo sentido. Es como si dijesen duda de todo, poco importa realmente, pero vive.

Turgueniev expresó que él era el padre del concepto de nihilismo, su creador. Si bien es cierto que su definición es particular, el nihilismo es una forma de pensamiento que se puede rastrar hasta la antigüedad griega. Contemporáneos de Turgueniev que hablarán sobre nihilismo serán Dostoievski en obras como Los hermanos Karamazov, el filósofo alemán F, Nietzsche, los anarquistas y amigos personales de Turguéniev Mijail Bakunin y A. Herzen, entre otros. Aunque la definición del autor de la novela es particular, en general el nihilismo apunta hacia la duda y el cuestionamiento de lo existente. Esta duda puede ser radical y llevar al intento de destrucción de lo existente o a una posición más moderada donde se busca la transformación de la realidad.

Pero regresemos a los personajes. Como contraparte de Bazárov está el Pável, tío de Arkadi. Pável representa al romanticismo alemán que los nihilistas desprecian porque, dicen, niega la razón. Además, Pável es la mejor muestra de la vida de los señores en decadencia. Nunca ha trabajado en su vida, vive de su renta, fue militar, está revestido de un aire de superioridad moral y espiritual. Es un hombre que ha sufrido y sufre, por amor. Su más alto valor es el honor. Y esto quedará claro cuando en un punto reta a Bazárov a duelo.

A lo largo de la historia Turgueniev irá mostrando otros personajes que con claro oscuros se mueven entre estas posiciones ya expuestas. Resta decir que, aunque Turgueniev no fue el creador del concepto nihilismo, su novela hizo que este concepto y lo que encarna se popularizara y difundiera en Rusia y Europa.

El segundo sentido en el que esta novela representa una transición, tiene que ver con los aspectos formales y de estilo. Turgueniev fue crítico del romanticismo como cosmovisión. En Padres e Hijos toma el estilo de escritura de esta corriente y la combina con las formas y motivos del realismo. Esta combinación puede representar, igualmente, la contradicción entre las dos épocas que ya han sido mencionadas. Algunos críticos también señalan que en esta novela se manifiestan características de la novela polifónica.

Es preciso decir que Padres e hijos no es una obra maestra, es una historia sencilla bien contada. Su importancia radica en los temas que trata, en las formas en que los aborda y lo que significó para la difusión del termino nihilismo y su impacto como ideología política. Turgueniev tenía evidentes afinidades con su personaje Bazárov, él personalmente trabajó por la modernización de Rusia y la transición del viejo al nuevo orden. Se dice que llegó a ser capturado por la policía, acusado de pertenecer a círculos revolucionarios.

En definitiva, sin ser una obra maestra es una gran novela que vale la pena leer y estudiar, siempre enmarcada en su contexto.