El hijo predilecto

Segunda obra de esta autora, hija del celebérrimo Osamu Dazai (al que prácticamente no conoció puesto que se suicidó cuando ella tenía solo tres años), que se publica en España después de la tercera obra, “Territorio de luz”, que fue la novela que le lanzó a la fama en su país. La historia que nos narra en esta novela podría enlazarse con aquella otra porque en ambos casos están protagonizadas por una madre soltera que es juzgada por toda la gente de su entorno por el simple hecho de llevar una vida diferente a la establecida.

Koko es una mujer de treinta y seis años cuya vida no va exactamente como hubiera deseado. Su hija Kayako se encuentra viviendo con su hermana y su familia en la casa familiar porque consideran que Koko no es una buena influencia para ella. Mientras Kayako planifica el acceso al instituto privado al que va su prima, Koko se plantea cómo podría pagarlo ella con sus clases de piano, un trabajo mal pagado a media jornada. En cuanto a sus relaciones con los hombres, Koko siempre ha visto cómo el placer determinaba el tipo de contacto que tenía con ellos. El padre de Kayako hace tiempo que dejó de formar parte de sus vidas, mientras que con Doi, un hombre casado, mantiene una relación intermitente con la que no consigue terminar a pesar de encontrarse en clara desventaja emocional con él. Por último está Osada, un apaño momentáneo del que parece haber quedado embarazada para su sorpresa y la de la gente de su entorno.

Este nuevo estado hace que se plantee el futuro con otros ojos, ve la posibilidad de cuidar a otra persona ahora que su hija no la necesita y, de este modo, dar algo de sentido a su vida. Por este motivo no pasa por su cabeza abortar, a pesar de que sería un niño sin padre, cosa que está muy mal vista en Japón. Poco a poco su cuerpo cambia y la gente se percata de que algo le sucede, aunque muchos creen que puede tratarse de una enfermedad (al no tener pareja parece imposible que pueda quedarse en estado). Su hermana le critica duramente por ser una irresponsable y no darse cuenta de su situación, pero Koko está viviendo en un estado emocional parecido a la ensoñación, en el que se mezclan los recuerdos de su infancia compartida con un hermano con síndrome de Dawn y el futuro que imagina junto a su futuro hijo. Pero la vida tiende a sorprender, y era difícil imaginar el desenlace que podría tener esta historia…

Se trata de una obra interesante por lo que cuenta, creo que retrata muy bien la psicología de su protagonista y plantea un tema conflictivo socialmente del que era necesario hablar pero, al mismo tiempo, me ha resultado algo obtuso y no he podido empatizar con Koko.