La forja de una rebelde

Madrid, abril de 2020. En medio del caos del inicio de la pandemia, se produce un doble crimen, una joven de 19 años avisa a la policía al encontrar a su padre y a su madrastra muertos a tiros en su casa después de saltarse el confinamiento para asistir a una fiesta ilegal. 

Así comienza una investigación policial de un doble crimen, donde según vamos avanzando en la misma, no vamos a dejar de sentirnos sumergidos en aquellos días del Estado de Alarma, en el ambiente de esas semanas. Ambiente que también se nota en el equipo de la inspectora Mauri, mermado por bajas, y ya no digo en su familia, con dos hijos adolescentes irritables y una pareja a la que no le ha sentado bien la convivencia forzada.

Los autores han vuelto a hacer una novela policiaca que va mucho más allá de la investigación de un homicidio. Vuelven a unir un asunto policial con un tema social, en este caso, los conflictos generacionales entre padres e hijos. Y todo esto en un contexto que nunca nos habríamos imaginado que podríamos vivir.

Interesante lectura, con una investigación policial de manual sin mucha tensión pero con final inesperado y donde es fácil encontrar en los pensamientos de la protagonista muchos de los sentimientos y situaciones que vivimos esos días y que tanta mella hicieron, de una manera o de otra, en cualquiera de nosotros.

¿Os apetecería leer sobre esos días? A mí me ha resultado extraño, la verdad. Y más al ser un libro lleno de reflexiones y al final te enteras que se comenzó a escribir el día 14 de marzo de 2020 después de un suceso importante en la vida de la co-autora.

Considero que con la excusa de un crimen, los autores han intentado plasmar un testimonio de lo que ha supuesto la convivencia con el virus para la sociedad 🙄🙄