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Siempre me quedo con una frase que me haya gustado de cada libro que leo. de aquí me quedo con “La resignación no es un valor-dijo-. Hay que luchar por lo que se quiere en esta vida”. ¿Pero por qué lucha la protagonista de Mugre Rosa? Una protagonista que ni siquiera tiene nombre. Una protagonista que está completamente vacía de todo y de todos. Ella, (la llamaré así porque yo necesito ponerle nombre a las cosas y a una persona, aunque sea de papel también) se pasa la vida luchando. Contra una madre ausente, contra un marido ausente, contra un no hijo ausente. Qué triste todo, y qué bien lo cuenta Fernanda Trías. Porque sí, estamos ante una ecodistopía. Pero a mí me ha impactado más lo bien que están contadas las relaciones o más bien las no-relaciones de la protagonista. Tan empeñada ella en buscar amor en su madre y qué triste todo, y qué bien contado. Hablaba de personas de papel. Y es que el personaje de Ella es tremendamente real. Puedo sentir su tristeza, su desesperada lucha por sacar adelante a Mauro, su desesperación en el mostrador del Clínico. Qué bien contado y armado está el personaje. Olé por Fernanda Trías. Cómo está escrito Cada capítulo arranca con un diálogo sordo, muerto. Un diálogo que no va dirigido a nadie y que no sabemos entre quién tiene lugar. Un diálogo que va y viene, que no tiene continuidad. Un diálogo que parece las olas de ese mar muerto al que la protagonista le gusta contemplar. Además de ser tremendamente original, me parece que le da un punto de poesía, de belleza, a una narración tan oscura, tan triste, tan llena de desesperanza. También me ha llamado la atención la forma en la que está escrito. Todo forma parte de un recuerdo, narrado desde un futuro que sabemos que no existe. Todos son recuerdos y a veces se mezclan los tiempos verbales y se unen presente con futuro y sobre todo pasado. A veces Ella no sabe si algo ocurrió como lo cuenta o es un recuerdo novelado, incluso se inventa frases que cree que se dijeron. Me parece tan real contarlo así. Ole de nuevo por Fernanda Trías. Y si no, imagínate dentro de 20 años y que alguien te preguntara sobre cómo viviste la pandemia. Seguro que lo contaríamos así, con dudas, con lagunas, mezclando pasados y futuros. Mi opinión sobre el libro. Pienso en Mugre Rosa como uno de esos escones de los que habla la protagonista, lleno de capas y capas. Y creo que me he perdido la mitad del libro, que tengo que volver a leerlo para sacarle todo el jugo. Lo volveré a leer, porque seguro que encuentro algo nuevo. Creo que es uno de esos libros de lees una vez, y otra, y siempre parece un libro nuevo. |
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