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El capitalismo es excesivamente predecible. También el comportamiento humano cuando está influenciado por un sistema tan egoista, tan individualista y tan asesino como este. Por eso Fernanda Trías predijo la pandemia antes de que sucediera. Por eso "Mugre rosa" nos resulta tan reconocible: porque, en realidad, ya lo conocemos todo. Sabemos lo que va a suceder si seguimos por el mismo rumbo. Lo sabemos y, aún así, no somos capaces de hacer nada (o más bien poco) frente a un sistema caduco que nos lleva directamente hacia la catástrofe. Lo de este año y medio ha sido simplemente un aviso. Un aviso que ya revoloteaba por nuestras cabezas desde mucho antes. Y por eso Trías ha sido capaz de retratarlo tan bien, antes incluso de que pasase nada. Trías quería, en realidad, escribir un libro que nos resultase extraño, agobiante, desasosegante, abrumador. Un libro que hiciera que nos replantearamos nuestro rumbo. Y escribió un libro basándose en cosas reales, pero llevándolas hasta un extremo, para que nos pareciesen algo impensable, exagerado. Y luego sucedieron algunas de esas cosas, y pensamos que Trias era una bruja que había visto el futuro. Porque el libro se escribió en 2019, y ya hemos visto lo que ha pasado después. Porque al leerlo tenemos la sensación de que lo conocemos todo y de que incluso aquello que aún no ha pasado, lo hará pronto. Fenómenos meteorológicos extraños que causan enfermedades y no permiten salir de casa, animales que mueren en masa, alimentos ultrapocesados, incendios que acaban con todo, enfermedades que hacen que se caiga la piel. Y, como colofón, un niño con una enfermedad que, como metáfora del capitalismo salvaje, le hace engullir todo lo que encuentra a su paso, aunque eso signifique acabar con su salud y con su vida. Todo suena lejano y cercano al mismo tiempo. Y por eso Trías ha escrito un gran libro. Porque nos vemos en él, porque es una llamada de socorro. Si al leer "Mugre rosa" no te entran escalofríos, es porque no estás prestando atención. |
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