Desaparición en la Roca del Diablo

Hoy os traigo uno de esos libros que juegan con tu mente y con su final te hacen darte cuenta de una cosa: Nada es lo que parece y el mal es algo que siempre está al acecho. de hecho, así es como me he sentido durante todo la lectura, con una inquietud creciente, a pesar de que el libro no me ha causado terror ninguno.

Siempre me habían recomendado esta obra como terror, pero lo cierto es que no lo creo. Podría tratarse más bien de un thriller inquietante con toques paranormales, porque aunque sí que causa impresión y es atrayente, no hay elementos terroríficos por ningún lado.

En la trama no encontraremos una historia original, pues ya la había visto en numerosas obras de este estilo, pero sí que he visto único el modo de desarrollar los hechos del autor. Ya me pasó en uno de sus libros anteriores, siempre deja las cosas en el aire, para que el propio lector lance sus propias teorías y que elija el mejor final que más le convenga. Pero es bueno en lo que hace y por eso me gustan las novelas de este autor.

No era para nada lo que me esperaba, ya que como os he comentado más arriba, lo suelen vender como algo que no es, pero aún así, me ha gustado bastante. He encontrado una historia malévola, confusa, que te remueve por dentro y no sabes realmente si lo que está pasando es producto de la imaginación de una mente enferma o por el contrario, que sí que están pasando cosas sobrenaturales. Yo me mantengo entre ambas opciones, porque a mi parecer, contiene un poco de ambas partes.

Aunque el ritmo de la novela a veces ha sido rematadamente lento, me atrapó por completo, creo que ahí reside su encanto propio. Es lenta, pero todo tiene un porqué, no pasan cosas aleatorias y cuando vas llegando al final, tú mismo vas a tener que armar las piezas del puzzle. En resumen, me ha gustado mucho y creo que es una obra que podría asombrar a muchas más personas.