El doctor Blanco Rivera no es ni doctor, ni humano, ni se llama Blanco Rivera. Pero esa es la identidad que toma el vampiro cuando llega a Buenos Aires alrededor de 1870, en medio de la epidemia de fiebre amarilla. En este libro bastante corto se desarrolla una historia llena de mitología vampírica, asesinatos más o menos justos, acción, fantasía e Historia. Porque Blanco Rivera es un vampiro que solo mata cuando tiene ganas, que tiene una brújula moral medio torcida y que actúa con inteligencia. Pero cuando su posición se ve amenazada por cuestiones tanto humanas como sobrenaturales no le queda otra que actuar. Me encantó la mitología de este libro, y la ambientación, cómo supo aprovechar la historia nacional para hacer una historia de fantasía urbana sumamente interesante, si bien breve y con poco desarrollo. Leí este libro en formato audiolibro y me encantó la expresividad de la narradora y la música y efectos de sonido que están usados con moderación. |