La reina de los mares del sur

Estamos ante una novela histórica con todas las de la ley. de esas en las que, acompañando a un personaje icónico, viajamos al pasado, viviendo en nuestra propia piel los grandes acontecimientos de la época y dejando que la maravillosa ambientación nos envuelva y nos transporte. Todo ello amenizado con una pizca fantástica que busca aportar al conjunto un poco de magia, pero sin menoscabar el rigor histórico que caracteriza la obra.

En esta ocasión acompañamos a Isabel Barreto en su lucha por cumplir su sueño. Creceremos junto a ella, entenderemos sus deseos y sus inquietudes, celebraremos sus triunfos y seremos su apoyo en los momentos de sufrimiento.

Para mi, son dos los pilares que hacen que esta novela brille: la ambientación y los personajes.

Resulta imposible no hablar de Isabel, nuestra protagonista. Un personaje complejo, con muchas capas y que evoluciona y se adapta a cada situación. Una mujer que enseguida te conquista, y que poco a poco, se va haciendo digna de tu admiración. Pero no sólo en ella vemos una gran labor de construcción de los personajes, sino que aquellos que la acompañan, como su marido, su padre, sus hermanos o sus enemigos, también están muy bien definidos a pesar de su papel secundario, con sus matices y su evolución acorde a los acontecimientos vividos.

Para no extenderme, no voy a entrar en mucho detalle en cuanto al segundo gran pilar: la ambientación. Sólo diré que la labor de investigación histórica es encomiable y que, cuando abría el libro, era como si viajase al pasado. Llegando incluso a sentir los rayos de sol del Caribe quemando mi piel, y el aroma a sal, sudor y madera impregnando mis fosas nasales.

En cuanto a la trama, el autor nos da justo lo que se espera de un libro de estas características: un viaje a tierras inhóspitas, colonización, penurias, tempestades, traiciones, motines, mal de amores... Un batiburrillo de aventuras que mantiene tus emociones a flor de piel.

Es pensar en el libro y dibujárseme en el rostro una sonrisa, por el recuerdo de lo mucho que he disfrutado con su lectura. Y es que, más allá de su magnífica ambientación y de sus grandes personajes, La reina de los mares del sur transmite un precioso mensaje de superación que demuestra que, con esfuerzo, no hay nada imposible.