En líneas generales, la historia es entretenida. El autor consigue crear un universo propio, con su seña de identidad, en el que puedes sumergirte, con distintos personajes, escenarios y reinos. Además, el argumento, a pesar de no ser totalmente innovador, sí está bien construido. No obstante, hay cosas que pueden ser mejorables. Los combates, pese a estar bien narrados, resultan excesivamente largos y tediosos. El lenguaje a veces es anacrónico, cuando en un mundo de fantasía medieval es uno de los elementos fundamentales para contextualizar y ambientar el universo. Que se utilizara jerga actual como guaperas, barrio o colegas, hacía que me sacara un poco de la historia, no se sentía correcto dentro de ese contexto. Falta desarrollo en algunos personajes como Vala, Dan y Zódenhel. Otros como el de Rálenna, no queda claro que ocurre con ellos. En ocasiones se siente que el protagonista es invencible y nunca tiene consecuencias sus actos. Aún así, se aprecia la ilusión del autor en la elaboración de la historia y en la creación de su universo, con un especial amor hacia el personaje protagonista La interacción entre Nandia y Aélthad es de lo mejor del libro por ser muy creíble. Las subhistorias de los personajes secundarios o que están de paso aportan al universo bastante. En conclusión, un libro entretenido y mejorable, pero hecho con amor, y aun con opiniones de todo tipo, tiene mérito lo que ha hecho su autor, que tendrá tiempo de demostrar que puede hacerlo mucho mejor. |