Hacía tiempo que le tenía ganas i me encantó. Por todo: por la tele transportación instantánea a salones iluminados por decenas de velas en noches de baile, por las caminatas mentales por pasillos inexplorados de palacios enormes, por el olor a Sicilia, a mar y a tierra seca, por unos personajes bien construidos i por el Príncipe de Salina, un Gatopardo que se da cuenta de como todo lo que conoce está cambiando, consciente que ni su fuerza gatopardiana lo puede evitar. |