La pluma de Tolstói, como siempre, encantadora. Un relato que refleja las costumbres de la época, el vodka muchas veces presente, los viajes en carreta aunque esté nevando. Una historia con reflexión final, los motivos que puede tener o no una persona para continuar viviendo (si sabe que hay poca esperanza), intentar sobrevivir o no. Solo os digo que lo leáis, os va a gustar.
|