Tolstói publica Amo y criado en 1895. Celebrado por todos se convierte en un éxito inmediato (para que os hagáis una idea de a qué me refiero, dice Wikipedia que se vendieron 25000 copias en cuatro días, pero no voy a investigar si es o no cierto). Imaginad un día frío, de ventisca y nieve, un hombre que busca acrecentar su hacienda al menor precio, un mujik (obediente cómo no) y un pobre caballo, recorriendo los tres un camino que no se ve por el tiempo. Imaginad cómo son cada uno, el egoísmo de uno y la total y absoluta sumisión del otro. El tercero, un poco menos. Creo que voy a decir esto por primera vez en mi vida desde que leo a Tolstói: «ni frío ni calor». A él no le gustaba (nada) este relato que le parecía totalmente fútil e innecesario. A mí me parece innecesario y demasiado aleccionador, pero claro, es de su última época. |