Pero qué maravilla más maravillosa de cuento. Una historia que se hace cortísima de tan deliciosa y acogedora como es. El protagonista nos va contando cómo recuerda la navidad en su niñez y nos lleva hasta ese mundo tan mágico como es la infancia y donde, con la imaginación desbordante de un niño, un gato callejero se convierte en un puma y la casa de tu vecina pasa a ser un iglú en medio de la nieve. Tradiciones, nieve, juegos, canciones, regalos y un encantador sentido del humor (lo que me he reído con la tía y con el perro) es lo que vais a encontrar en estos preciosos recuerdos. Y con el aliciente todo esto, de una narrativa espectacular. La edición que he leído es la de Nórdica y tiene unas láminas preciosas, aunque yo las he visto en la tablet al ser un archivo digital de Amazon Unlimited. En papel debe ser más precioso aún. |