Ambientado en un futuro donde la escasez de agua domina la vida de los sufridos habitantes de pequeños pueblos, donde la brujería es culpada de esa escasez y penada con el destierro a los desiertos circundantes donde la muerte está casi asegurada, me ha resultado entretenido, aunque asfixiante por momentos ya que se desarrolla en un paisaje desértico, caluroso y solitario. Es una historia diferente, que da que pensar dado el momento en el que nos encontramos con la sequía, ya no parece tanto ficción como un aterrador posible futuro, pero la historia, a pesar del ambiente y de los pocos personajes que intervienen, te engancha.
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