Aritmética familiar

Finalizar un libro que te ha encantado es una experiencia única, pero terminarlo en la playa, con el suave rugir de las olas de fondo, es simplemente increíble.

Aritmética familiar me ha acompañado en los primeros días de vacaciones y me he sumergido en sus diferentes textos como si, sentada en la silla de plástico en la calle con las vecinas, nos contáramos los retales de la vida entre nosotras, conociendo cómo funciona la familia, las relaciones, lo que no se cuenta y lo que se acaba descubriendo.

Me he sentido muy conectada con la forma de escribir de Pilar, tan sensible y tierna, pero al mismo tiempo, honesta y sin adornos. Escribe sobre las emociones como si las conociera todas, y cuando llegas a la última página piensas que sí, que Pilar tiene un dominio emocional admirable.

La lectura no ha sido fácil, sin embargo. Se tratan temas complicados, durezas y roturas, que se astillan de maneras distintas pero con fuerza. A pesar de que algunos textos me han herido por su crudo realismo, creo que es tan necesario como imprescindible que escribamos sobre los tabúes, secretos y heridas que nos conforman como seres humanos. Como comunidad. Como familia.

Gracias a la editorial por el envío del ejemplar y a Pilar por haber compartido su Aritmética familiar con el mundo.

Sé que volveré a este libro durante toda mi vida.