Es una historia donde la protagonista es Victoria, una mujer entrada en años que ahora es pastelera en Jaraíz de la Vera, en Extremadura. Este thriller romántico está narrado entre tercera y primera persona, mezclando el presente con el pasado para ir contando y desvelando poco a poco la historia de Victoria, muy vinculada a las manzanas rojas, como ya indica el título. Recuerda bastante a las mil y una noches ya que Victoria, cual Sherezade, le va contando a su vecino Carlos su historia, desvelando poco a poco cada noche. Sabes que pasa algo raro en la historia desde el principio y esto se acentúa en cuanto notas que el apellido de Victoria no es el mismo en el comienzo que a mitad del libro. Poco a poco se va intuyendo como va a ser el final de la historia, pero aún así sorprende. Algunas partes se me han hecho un poco enrevesadas pero se lee bastante bien. La narración te atrapa y no puedes dejar de leer hasta el final. Tampoco te deja indiferente con las escenas que tiene. Tocar temas como el maltrato físico y psicológico y los traumas que conlleva es algo bastante peliagudo y creo que la autora se ha defendido bastante bien. Sin duda, es una historia que recomiendo que leáis porque no os va a dejar indiferentes. |