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Romeo y Julieta ha sido objeto de docenas de adaptaciones y versiones, tantas que puede ser difícil creer que una publicada el año pasado pueda tener algo nuevo que decir. Sin embargo, Melissa Taub lo maneja hábilmente en una historia de adultos jóvenes minuciosamente investigada e imaginativa sobre lo que podría haber sucedido después de la conclusión de la obra. Días después de los hechos de la obra, la tregua alcanzada por las casas de Capuleto y Montesco ha caído en saco roto entre los jóvenes de cada familia. Cada casa culpa a la otra por el número de muertos; abundan las reyertas y las peleas de espadas, y la paz de la ciudad corre un riesgo cada vez mayor. El príncipe Escalus está desesperado por encontrar una manera de garantizar que se respete el pacto entre los señores de las casas. Pero no puede pensar en otra cosa que no sea asegurar un lazo de sangre entre ellos, un matrimonio entre dos miembros vivos de las familias. Rosaline Capuleto, de diecisiete años, no solo está de luto por su prima Julieta, sino que se siente responsable de las muertes que ocurrieron en Verona hace unos días. Después de todo, si ella hubiera aceptado los avances románticos de Romeo, tal vez él no se habría caído en su romance condenado. Tal vez podría haberle ahorrado a su ciudad todo este dolor de corazón. Benvolio tampoco la ha perdonado. Romeo y Mercucio eran sus primos y amigos más cercanos: se siente aislado por la pérdida de sus amigos Montescos y quiere venganza. Imagina la sorpresa e indignación de ambos jóvenes cuando Escalus decide que los dos son los mejores candidatos para unir las casas, poniendo fin a la enemistad de una vez por todas. Ahora solo tienen que aceptar el plan. La genialidad de la historia de Taub está en el uso de personajes que tienen poco tiempo en el escenario de la obra. Es maravillosa tomando lo poco que sabemos sobre ellos y convirtiéndolos en personajes completos. La independencia y la lealtad familiar de Rosaline (insinuadas en la obra original) son rasgos admirables y ayudan a mantener la tensión a lo largo de la historia, mientras que la vena obstinada de Benvolio crea un conflicto continuo. Taub usa el dialecto de Shakespeare en el diálogo, pero un lenguaje moderno en la descripción, lo que ayuda a los lectores a sumergirse en el mundo de Shakespeare sin hacer que el libro parezca inaccesible. Si eres un gran admirador de Shakespeare (o amas un buen romance histórico), ¡este podrías amarlo! |
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