El heredero

Hay familias con una larga historia a cuestas, por lo numerosa que es y por los avatares personales de muchos de sus miembros. Ese parece ser el caso de la familia del autor de este libro, que un día empezó a teclear las historias que le habían contado sus abuelos para que no se perdieran en el olvido y decidió finalmente novelarlas y escribir una historia. Cuando lo comentó a la familia, todos querían un ejemplar de dicha novela, por lo que pensó que si se ponía a imprimir un ejemplar para cada uno de los que se lo pedía, le iba a costar mucho más dinero así que mejor subirlo a Internet en Amazon.
O la familia era muy numerosa, o realmente llamó la atención, porque con el título de al final del camino… La Paz, el libro vendió en muy poco tiempo 500 ejemplares, llamando la atención de los editores de Planeta que rápidamente lo ficharon.
Aquel libro autopublicado es el germen de lo que, tras pasar por el trabajo de los editores (una labor mucho más importante de lo que a primera vista parece para los que no la conocen), se ha convertido en El heredero, título con el que se ha publicado.

Una novela que transcurre básicamente durante la guerra civil (no es “otra” novela más sobre dicha guerra), si bien arranca unos años atrás, en el año 1919, en la finca de San Antonio con la llegada de una nueva criada. Un arranque en el más puro estilo Downton Abbey, una historia de criados y señoras en la que la niña de siete años que llega a la casa, al crecer se enamora de uno de los hijos de la casa que viene a pasar allí los veraneos y termina como no podía ser de otra manera embarazada y expulsada de la casa.
Ese niño será uno de los protagonistas de la novela, aquel que nos va a mostrar el lado republicano de la contienda, pues por su origen pronto será un convencido anarquista.

El heredero es la historia de dos familias: Marqués y Sagnier, cuyas vidas van a entrecruzarse a lo largo de la novela. Unas familias que pertenecen a la burguesía catalana y a las que el comienzo de la contienda las sorprende en sus fincas de veraneo.
Nos va a transportar pues a un espacio poco transitado por la literatura española como es el de la burguesía catalana. Serán en buena parte ellos los protagonistas de esta historia y los que nos muestren ese lado de la contienda, de los que tuvieron que huir con lo puesto abandonando todas sus posesiones y riquezas para salvar por los pelos su vida.

Recorreremos con ellos algunos escenarios de la contienda, desde Madrid, un escenario recurrente de la misma a Teruel, un episodio muy poco recogido (sin olvidar el excelente El error azul de Javier Lorenzo)
Una visión de la guerra que intenta ser equilibrada, mostrarnos que ambos lados estuvieron llenos de gente buena y gente mala.
Aunque no es menos cierto que nos trae uno de esos villanos, malos malísimos, que difícilmente serán superados en este año 2020: Javier Ferro, Conde de Navalviento.

El heredero es en cierto modo una novela coral, por los muchos personajes que nos muestra el autor, consecuencia de tratarse de dos familias y una de ellas numerosa. Pero con todo, me quedo yo con Antonio, el joven anarquista que ve como sus ideales, aquello por lo que lucha, su necesidad de cambiar el mundo, no encaja exactamente con lo que ve y con lo que está haciendo.


De entrada, suelen gustarme las novelas sobre la guerra civil y en general cualquiera ambientada en una guerra, porque es en las situaciones extremas, y ninguna más extrema que en una guerra civil enfrentados hermano contra hermano, en el que las pasiones son llevadas al límite, donde se ve hasta donde es capaz de llegar el ser humano, para bien y para mal.
Y mucho de esto vamos a encontrar en esta novela, que nos dará un buen recorrido por España e incluso por fuera de ella, mostrándonos distintos escenarios del conflicto, desde la Cataluña rural, pasando por Teruel, San Sebastián y como no, Madrid.
Una novela extensa que no es lo mismo que densa, pues son tantas las peripecias por las que han de pasar los personajes de esta novela, que en ningún momento se hace larga o pesada. Una novela en la que no me he sentido perdido en ningún momento y que viene cargada de todo un poco: aventuras. Romance, política, acción. Un buen entretenimiento en el que además se nos muestra un lado no tan mostrado en los libros sobre la guerra civil: el de la burguesía catalana.

La primera novela de un autor que seguramente dará mucho que hablar.
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