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Normalmente espero unos días después de haber terminado una lectura para compartirla con vosotros, porque me gusta sentir cómo la historia y los personajes van ocupando su espacio dentro de mi universo. Normalmente es así. Pero eso es para los libros normales, no para los que, como este, despiertan en ti las ganas o el recuerdo de saborear la sangre. . De la mano de Dilatando Mentes , Sara nos cuenta la vida de Andi, una joven atormentada que se ha criado llena de ira, con un mundo interior inquietante que, atraída por los buitres que ve desde su casa, siente una curiosidad creciente por experimentar a qué sabe la carroña. Esa inquietud poco a poco se irá convirtiendo en obsesión, afectando a la relación con su novia Luna, que verá cómo la oscuridad comienza a invadir el alma de la persona que ama. . Este libro explora dos elementos tan primitivos como el hambre y la tribu. La búsqueda de la identidad individual a través de la aceptación y el reconocimiento del grupo. ¿Quién no ha querido alguna vez ser parte de una tribu con la que se siente identificado? Claro, que posiblemente el modelo de una persona al uso no sean los buitres, o sentir una inclinación hacia la carne muerta, o a degustar el sabor a hierro oxidado y la textura espesa de la sangre, mientras sientes cómo ese calor va invadiendo tus entrañas hasta que te sacia. Aunque si te paras a pensarlo, es simplemente cuestión de gustos, ¿o no? . Si estás buscando una historia que te ayude a dormir y a sentirte mejor contigo mismo, “Ser devorado” no es para ti. Aquí hay demasiada sangre, demasiada humanidad, demasiados retales de nuestras almas oscuras arrastrándose y descomponiéndose a plena luz del día. Este libro puede transformarte. Es lo que tienen las obras excepcionales, que uno no puede volver a ser el mismo después de haberlas conocido. Ahora la decisión es tuya, seguir siendo un lector más, o ser libre y transformarte. Yo ya soy un buitre. |
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