Un largo viaje a través de la soledad, la tristeza, la desesperanza, pero sobre todo la indiferencia, la falta de , ya no la comprensión, al menos la oferta de atención. Un periplo, una Odisea que termina en tu interior, con la esperanza floreciendo en tu mano, tan pequeña como un grano de mostaza, tan grande como un árbol, pero eso si, tan colorida que resulte imposible perderla de vista, sobre todo cuando más lo necesitas O incluso con los ojos cerrados. Desesperanza y esperanza, viaje de doble sentido, que todos tenemos capacidad de recorrer, en ambos sentidos. |