Laura Dean me ha vuelto a dejar

La protagonista de esta historia es Freedy, la chica a la que Laura Dean, la más popular del instituto, ha vuelto a dejar. Su relación es un ir y venir constante que no hace más que acrecentar la inseguridad de Freedy, pero muy a su pesar no es capaz de decirle que no. Incluso aunque poco a poco se vaya distanciando de sus amigos de siempre, o aunque ella misma se de cuenta de lo mal que se siente cuando ve que Laura no cumple su promesa de ir a buscarla o cuando se la encuentra con otras chicas.

A lo largo de esta novela gráfica veremos cierta evolución en el personaje de Freedy, cómo la relación con Laura le va dejando huella hasta que llega un punto de no retorno en el que tiene que elegir entre su novia y su mejor amiga. Porque la sensación que transmite muy bien la historia es que quién se encuentra dentro de una relación tóxica no se da cuenta de lo que está viviendo, de hecho parece que tiene que defender cada decisión que toma a capa y espada frente los demás, que se dan cuenta de cómo está cambiando Freedy pero no saben cómo conseguir que ella lo vea.

La lectura ha sido sencilla y no se me ha hecho pesada, pero he de decir que esperaba otra cosa. Quizás porque desde el principio la tal Laura me ha parecido muy insípida, y porque tampoco ha habido una intervención clara de los amigos hacia Freedy para que se diese cuenta de lo que estaba pasando. Aún así es de agradecer leer algo desde un punto de vista diferente, en un mundo diverso en el que la amistad es de gran importancia. Y cabe resaltar, por supuesto, las ilustraciones y el color utilizado por Rosemary, que pegan mucho con la historia que cuenta.