Lo único bueno de la fractura de mi pie es que me ha traído más tiempo libre y he podido disfrutar leyendo esta novela. ¡Cenizas en el viento es apasionante, genial…! Me he enganchado tanto que me teletransporté a Pompeya y durante dos días no he pensado en mis problemas de movilidad. Me han sabido a poco sus más de 600 páginas y no descarto volver a leerlo ahora que puedo. Quiero volver a vivir esos encuentros, despedidas, amores, traiciones… en esa época romana tan fascinante. El trabajo de documentación de la escritora resulta impresionante. ¡La novela es totalmente recomendable! Voy a regalarla en cuanto tenga ocasión. |