En la sangre

“En la sangre” supone el regreso de la Inspectora Marcela Pieldelobo, y lo hace con un nuevo caso en el que mantiene toda su esencia y que resulta incluso más adictivo que la primera entrega.

Una joven ha sido asesinada en Bera, un pequeño pueblo navarro cercano a la frontera con Francia. Todos los indicios apuntan que el culpable es un policía que estaba infiltrado en un operativo contra el narcotráfico. A pesar de que sus superiores quieren dar carpetazo al asunto cuanto antes para evitar mala publicidad, Marcela no puede creer que el acusado, su antiguo mentor y amante, sea culpable, por lo que iniciará una particular cruzada en busca de la verdad.

En otras ocasiones puede ser recomendable leer los libros de una serie en orden, pero en este caso es absolutamente necesario hacerlo, ya que algunas de las cosas que aquí ocurren son consecuencia directa de los actos cometidos en “Bajo la piel”.

Esta vez la historia está absolutamente centrada en la trama policíaca. Mientras que en la primera parte hubo una extensa presentación de personajes, su pasado y sus circunstancias, lo que constituyó casi una trama paralela dentro de la novela, en “En la sangre” lo primordial es la investigación, habiendo apenas cuatro pinceladas para cerrar la historia familiar de Marcela, lo que hizo que la lectura resultase mucho más absorbente.

Marcela sigue siendo la mujer rebelde, desconfiada, orgullosa y cabezota de la primera parte, aunque ahora se muestra algo más comedida en sus formas. le cuesta acatar las normas y la autoridad de sus superiores, porque entiende que estos, muchas veces, van en contra de lo que para ella es esencial, es decir, que se haga justicia. En ocasiones, para obtener esa justicia hay que saltarse las normas (de eso ella sabe un rato), debiendo afrontar ahora las consecuencias de sus actos pasados.

A priori, el personaje de Marcela puede parecer borde, malencarado y de trato difícil, lo que puede llevar al lector a tomar cierta distancia con ella pero, una vez que conoces por todo aquello que ha pasado en la vida, es inevitable ponerse de su lado, ya que puedes llegar a entender 100% porqué es como es.

Tráfico de drogas, corrupción policial y la izquierda abertzale son algunos de los elementos que confluyen en una trama en la que la tensión va creciendo exponencialmente a medida que se acerca el final. ¡Y qué final! ¡Me quedé sin uñas! A crear ese clima de tensión contribuye también una fantástica ambientación. ¿Qué tendrá el norte que funciona tan bien en la novela negra?

Si no conoces aún a la Inspectora Pieldelobo, ¿a qué esperas? Definitivamente ha venido para quedarse.