Progenie

Asfixiante verano en Sevilla. Soledad aparece asesinada y con un chupete de bebé en la boca. La inspectora Camino Vargas y su equipo de la policía judicial tendrán que resolver este asesinato. La cosa se complica cuando la autopsia confirma que la víctima estaba embarazada y cuando aparece un nuevo cuerpo: otra mujer embarazada y con un objeto relacionado con los bebés.

Tal como nos tiene acostumbradas Susana, volvemos a tener entre manos una genial novela negra que aborda varios temas controvertidos y está cargada de crítica social: el machismo, la violencia de género, el papel de las mujeres frente a los hombres en cargos de poder o en el mundo literario, etc. Pero sobre todo es un libro que nos habla de la maternidad. Sobre cómo aún hoy en día a las mujeres nos venden la maternidad como algo indispensable para poder sentirnos plenas y realizadas, de la difícil conciliación de la vida laboral y personal con la familiar si eres madre, del estigma al que muchas mujeres se enfrentan si deciden no ser madres, la maternidad en solitario...

En 'Progenie' encontramos una novela policiaca muy bien escrita y desarrollada, unos personajes nada planos, creíbles y bien retratados a nivel psicológico, un manejo del suspense de sobresaliente y, aunque no hay demasiados giros inesperados, las sorpresas se suceden y desembocan en un final que ni siquiera podía imaginar, por lo que para mí -que considero imprescindible la falta de previsibilidad en este género- es una novela redonda, sin fisuras, en la que todas las piezas encajan a la perfección formando una trama impecable de principio a fin.

Volvemos a tener (como en sus obras anteriores) a una mujer fuerte como protagonista, una inspectora de policía valorada y dispuesta a tomar "los atajos" necesarios para llevar a cabo su trabajo y hacerlo bien, pero muy humana y no exenta de sus propios fantasmas y neuras.

La velocidad del relato y los capítulos cortos hacen que sus más de 400 páginas se lean de una manera ágil y adictiva, sin que seas capaz de dejar la lectura a la espera de ese archiconocido por nosotras como "un capítulo más y lo dejo".

La ambientación y descripciones son fantásticas, aunque aquí puede que no sea del todo objetiva, ya que Sevilla es una ciudad que me tiene enamorada y en la que sueño vivir algún día.

Al trabajo de documentación previo para la elaboración de la novela tampoco puede ponérsele ninguna pega, ya que los apectos policiales, médicos, etc. saltan la frontera de la ficción y son totalmente reales.

El libro me ha durado 48 horas y es el culpable de mis ojeras de hoy. No os lo podéis perder, como tampoco podéis dejar de leer sus anteriores novelas.

"Las buenas mentiras se arman con amasijos de verdad"