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El trono de jazmín es una novela bastante introductoria y de ritmo pausado, algo que tiene sentido si tenemos en cuenta que la trama tiene un fuerte componente político. Nos encontramos con una sociedad dictatorial, con una enfermedad que asola a la población y que, como siempre, sufren especialmente los más pobres. Un mundo cuya inestabilidad va a más a causa de las luchas por el poder, tanto las internas, como las lideradas por aquellos que están tan oprimidos y con tan poco que perder, que buscan liberarse a través de una revolución. Mediante capítulos narrados desde el punto de vista de varios personajes, el lector dispone de múltiples perspectivas de la situación en la que se encuentra este mundo. Debido a esa necesidad de contextualización, la acción como tal no empieza hasta bien entrada la segunda mitad de la novela. Grosso modo, me ha parecido un mundo prometedor con un tipo de magia muy interesante. Es cierto que no se profundiza mucho en su funcionamiento, pero esa aura de secretismo es, precisamente, parte del encanto de la obra. A medida que avanza la trama vamos descubriendo más detalles del sistema de magia que funciona como hilo conductor, aunque tiene pinta de que nuestro conocimiento tras este primer libro es todavía bastante superficial e iremos profundizando más en las siguientes entregas. En cuanto a la vertiente más romántica de la obra, si bien es cierto que no me ha estorbado, debo decir que tampoco me ha aportado nada. No he sentido que tuviera un papel especialmente relevante, ni en el desarrollo de la trama, ni en la evolución de los personajes; y algunas situaciones me han parecido algo forzadas y sin sorpresas. Sin embargo, imagino que para aquellos lectores a los que les guste la mezcla de romance y fantasía, esas escenas les resultarán un soplo de aire fresco en mitad de una trama con tantos frentes abiertos. En resumen: una primera parte en la que se deja el terreno preparado para una continuación que huele bastante más a acción. Con una fantasía prometedora, aunque sutil, propia de una novela de tono juvenil, que muy probablemente gustará a los amantes de la fantasía con notas de romance. |
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