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Esta es la segunda novela que leo de la autora y, al igual que la anterior no me ha decepcionado, si bien es cierto que he echado en falta más detalle en algunos puntos por los que se pasa de puntillas, y me ha sobrado en otros en los que entra en bucle y a mi parecer se hace muy repetitivo. La novela empieza fuerte, desde el primer momento se nota la atracción entre Joana y Lucas, a pesar de Marc, el novio de Joana. Una atracción que aumenta en cada capítulo y donde Marc tendrá mucho que decir. Si bien es cierto que una vez resuelto este conflicto, pierde intensidad. Lucas ha estado en el infierno y ha vivido para contarlo. Desde entonces tiene muy claras sus prioridades. Joana está dispuesta a dejarlo todo por él pero en ese camino hacia un "nosotros" se pierde a sí misma, y solo ella podrá encontrar el camino de vuelta. Como ya he dicho, he echado en falta cosas, sobre todo más detalle en el final, o al menos (y sobre todo) un epílogo. Si tuviera que resumir la novela en una frase, creo que sería "Sexo, drogas y rock&roll". |
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