Los personajes son muy cotidianos y con una serie de matices que marcan una gran diferencia entre unos y otros en la historia de Romy. La autora logra transmitir todas las emociones de Romy en según qué contexto. Además, emplea capítulos cortos y un estilo sincero, directo y sin tapujos. Describe todos los escenarios y contextos con mucha facilidad y sin excederse, por lo que te transporta a cada momento de la vida de Romy sin que se haga pesado. La autora ha conseguido que sienta absolutamente todo lo que Romy siente, desde la primera página hasta la última, y su historia me ha llegado a lo más profundo. |