Los Médici. Una dinastía al poder

En general, me considero una persona muy agradecida con los libros que leo, casi todos suelen gustarme en mayor o menor medida. Además, a esta novela la tenía muchas ganas desde hace mucho tiempo, y más porque últimamente me he estado viendo la serie de “Los Medici: señores de Florencia”, la cual me ha encantado y recomiendo encarecidamente a todo el mundo. Tenía este libro pendiente desde hace muchísimo tiempo, ya que la Italia renacentista es un tema que me encanta, especialmente si se enfoca a la Florencia de los Medici. Y al poco de empezar a leerlo he comprendido porque he tardado tanto tiempo en empezarlo. Por el tema que trata y por la propia prosa del autor, es un libro que en dos o tres días me lo hubiera ventilado, ya que tampoco es muy largo. Pero el problema ha sido que no ha logrado engancharme en ningún momento o, si lo ha hecho, ha sido en pocos, desde la mitad ya estaba deseando acabarlo para quitármelo de encima. Si no fuera por todo lo que he dicho antes seguramente ni me hubiera tomado ni la molestia de finiquitarlo.

Lo primero de todo, decir que el error más garrafal que comete el autor es que no le da contexto historico a la acción del libro, los hechos y los personajes van apareciendo a lo largo de la trama de sopetón, sin que se nos expliquen detalladamente sus orígenes, o nos den al menos una pista de porque estos personajes actuan así, y porque las cosas que pasan son así. Creo que si no conoces la historia de los Medici o de la Florencia renacentista puedes perderte muchísimo leyendo este libro, ya que apenas se explica nada de la historia y política de la ciudad y los estados italianos en esa época, el lector debe ir descubriendo como están las cosas en ese momento a medida que lee.

Que no me den algo comido en una lectura es algo que por norma general me gusta. Pero aquí el autor falla no sabe llevarlo bien por varios motivos, a mi modo de ver: Su prosa es excesivamente simple y esquemática, en muy pocos momentos ( y los ha habido,ojo, aunque no tantos como me hubiera gustado) ha logrado llamarme la atención o transportame a los lugares que presenta. Había diálogos tan pobres que casi me daban vergüenza ajena, parecían de principiante por lo simplistas o llenos de tópicos que resultaban. Especialmente los dialogos entre Contessina y Cosimo, que parecían sacados de una novela para adolescentes, o los sermones buenistas de la abuela, plagados de recomendaciones facilonas. Esta simplicidad también afecta, y mucho, a los propios personajes que aparecen a lo largo y ancho de la presente novela.

Narrativamente, para mí ha sido lo que peor he llevado de esta lectura. Son caracteres maniqueistas a más no poder, y esto es una pena, sobre todo con el personaje de Cosimo de Medici, que es uno de los caracteres más importantes e interesantes de todo el renacimiento italiano, un personaje lleno de luces y sombras al que el autor no sabe sacar todo su jugo en esta obra que, supuestamente, gira entorno a él. Las mujeres, directamente, o son unas putas o son unas santas, y los hombres son o unos personajes valientes, honrados, rectos y dispuestos a hacer todo lo que sea necesario por el bienestar de su ciudad y la de sus habitantes, o son unos seres depravados, sin escrupulos y avariciosos que solo piensan en ellos. El autor apenas incide en más de uno o dos de los rasgos de las personalidades de todos ellos, apenas les proporciona ningún tipo de profundidad o de matiz, se limita a darles una serie de roles dentro de la historia, que muchas veces son tópicos como ellos solos.

Por todo ello, es imposible conectar con ellos, o que algunos realmente te guste. lo único relativamente original dentro de esta historia de sus personajes es la relación que se establece entre los dos malos malísimos de la historia, Laura y Schwatz. No voy a negarlo, me ha gustado el rollo ese de que el autor haya presentado que dos personas tan depravadas y malvadas como ellas sean capaces de sentir un genuino amor en el uno por la otra. No voy a decir que sean un ejemplo de construcción de personajes, pero tiene su enjundia que justamente los dos únicos personajes que son un invento literario del escritor, sean los que se hagan con todo el espectáculo, protagonizando las escenas más interesantes y oscureciendo totalmente a los de Cosimo y Lorenzo, que supuestamente son los protagonistas de la historia.

Pero tengo que reconocer que el libro tiene sus cosillas buenas. Se nota que detrás hay un inmenso trabajo de documentación no solo histórica, también sobre la sociedad renacentista y sus usos y costumbres. Strukull logra crear una historia en la que el lector se entera (cuando empieza a asentarse un poco y a enterarse de que es lo que esta pasando)de todos los actores y entresijos de la política renacentista, algo muy difícil y en lo que es facil perderse (algo bueno tenia que tener tanta simplificación xd). Cuando escribe en prosa, no es especialmente malo, y hay varias descripciones y figuras literarias interesantes y dignas de mención. Cuando en sus días diálogos tocan temas políticos o filosóficos, y se aleja del sentimentalismo barato, estos dan momentos realmente resultones, convirtiéndose en algo bastante interesante de leer. Y la obra tiene tanta sangre, tradiciones, asesinatos, complots, sexo y politiqueo como promete, por lo que puede hacer las delicias de los fans de las novelas históricas y las obras de Ken Follett, autor con el que es imposible no comparar a Strukull.

Como el tema de los Medici me gusta mucho, y este libro ha sido facilito de leer (por como esta escrito), no descarto seguir la saga con la novela dedicada a Lorenzo de Medici. Sé que es una tetralogia, y que los últimos libros cuentan la historia de las reinas de Francia Catalina y María, pero de momento estas me llaman menos la atención. Espero que en este segundo volumen ,si me animo con él, las cosas mejoren y me guste más. O por lo menos que yo este más animada con la lectura, ya que reconozco que otro de los motivos por los que esta lectura no me ha acabado de convencer ha sido porque lo que me pedía el cuerpo era una con la que yo pudiera conectar más emocionalmente y que me enganchara más, qué es lo que me había pasado (y mucho) con el libro anterior que había leído. Pero como he señalado antes, me ha sido imposible.