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Ay, Maggie... Tenía miedo e ilusión a partes iguales con esta trilogía: porque Maggie siempre me flipa, porque la saga «The Raven Boys» es de esos libros a los que tengo muchísimo cariño por su historia y sus personajes, porque Ronan era mi personaje favorito durante esa tetralogía, porque la trama de los sueños me parecía que podía dar muchísimo de sí... y también porque todo eso podía estropearse por llevar unas expectativas que rozaban la estratosfera. Pero, PERO, creo que queda claro con la puntuación que ha sido tal y como esperaba (quizás incluso mejor, porque realmente no estaba segura de qué me esperaba). Al principio, sí que es verdad que el miedo ganó a la ilusión, porque se nos presentan tres puntos de vista y solo quería leer más de Ronan, ese espacio seguro y conocido, las otras dos líneas argumentales me tenían un poco confundida porque no estaba entendiendo nada, pero cuando llega un punto en el que, en cierta manera, todos los caminos paran en el mismo punto: AY *suspira muy emocionada* Un soñador. Un sueño. Una cazadora de soñadores. Aunque la perspectiva a veces cambia incluso dentro de cada uno porque no está escrito en primera persona. Si tuviese que pensar en la premisa que se presenta en este libro y, en general, en lo que parece que puede esperar al lector en esta trilogía... no estoy segura de qué podría decir. No es porque el libro no tenga trama —creo—, ni porque sea lineal —de nuevo, creo—, ni porque sea más introspección que acción —¿creo?—, pero a la vez podría decir que sí que es por esas tres razones. Hay avances, se conoce bastante de los personajes, de lo que les mantiene vivos, de lo que tienen miedo, de lo que les preocupa, de lo que les mantiene vivos, de lo que dicta cada uno de sus pasos, pero ¿cuál es la trama? ¿En qué momento empieza? No sé cómo contestar a eso. Hay acción, hay momentos de bastante tensión, hay descubrimientos y respuestas, también un porrón de dudas y preguntas más, hay momentos confusos y también otros en los que se aclaran las situaciones. Eso es lo máximo que puedo decir porque sigo sin saber bien cómo definir esta historia. Eso sí, Ronan me sigue encantando y, aunque no estoy muy segura de cuánto se centra en él la autora en la saga anterior, aquí el personaje es mucho más humano, sigue siendo oscuro, enrevesado y complejo, pero se muestran todas sus capas, toda su realidad. Eso sí, aunque esta trama no tiene mucho que ver con «The Raven boys», creo que es mucho mejor leer los cuarto libros antes, al menos, si se pretende leerlos en algún momento, porque hay varios spoilers de la vida de los Lynch. |
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