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Con este libro me pasó que no podía entrar en ambiente, lo empecé, lo dejé, lo retomé, lo volví a dejar y finalmente lo retomé para terminarlo en un par de días. Realmente me costaba transportarme a la fríA y tormentosa isla de Tishby cuando hacía 40° a la sombra. Pero una vez que pude meterme en la historia, esta no me dejó al punto en que no supero que ya la haya terminado. La idea de un lugar donde cada año surgen caballos come-hombres del mar y los isleños los cacen y entrenen para correr carreras asesinas me encantó. Maggie supo combinar el estilo de realismo mágico con una ambientación escocesa-irlandesa y los mitos de caballos marinos de allí para darle un toque único a esta historia. La trama es simple, se enfoca en sus dos protagonistas pero sin dejar de mostrar una polifonía de personajes e historias en torno a estas sangrientas carreras y todo lo que se juegan en ellas. En realidad ese punto menos es culpa del calor. Con este libro me pasó que no podía entrar en ambiente, lo empecé, lo dejé, lo retomé, lo volví a dejar y finalmente lo retomé para terminarlo en un par de días. Realmente me costaba transportarme a la fríA y tormentosa isla de Tishby cuando hacía 40° a la sombra. Pero una vez que pude meterme en la historia, esta no me dejó al punto en que no supero que ya la haya terminado. La idea de un lugar donde cada año surgen caballos come-hombres del mar y los isleños los cacen y entrenen para correr carreras asesinas me encantó. Maggie supo combinar el estilo de realismo mágico con una ambientación escocesa-irlandesa y los mitos de caballos marinos de allí para darle un toque único a esta historia. La trama es simple, se enfoca en sus dos protagonistas pero sin dejar de mostrar una polifonía de personajes e historias en torno a estas sangrientas carreras y todo lo que se juegan en ellas. |
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