Cinco historias ambientadas en las sombrías tierras escocesas donde naciera Stevenson, prosa elegante y muy detallista que puede recordar a Stefan Zweig, relatos intensos que atrapan desde el primer momento. Los títulos de esos relatos son “El ladrón de cadáveres”, “Janet la torcida”, “Los risueños”, “El sótano de la peste” y “El pabellón en los Links”. De todos ello destaco “El ladrón de cadáveres” considerada uno de sus mejores relatos que aborda la realidad histórica de la época e inspirado en un caso real sobre el saqueo de tumbas girando entorno a los turbios comienzos de la anatomía forense donde eran necesarios cadáveres para realizar las practicas protagonizados en el señor K, el joven doctor Macfarlane y su alumno Fettes. “Janet la torcida” se adentra más en el terror que el misterio de “El ladrón de cadáveres” con el párroco Murdoch Soulis, anciano de rostro triste y severo y Janet que se hace cargo de la rectoría y la comida donde la posesión y la brujería están presentes y donde ocurren hechos extraños. “Los risueños” una trampa para los barcos que si lograban pasar los arrecifes y resistir al risueño quedarían en callados que nos sitúa en el norte de Escocia a la búsqueda de un gran galeón español naufragado donde su protagonista regresa a la que fue su casa tras graduarse en la universidad en busca del tesoro del gran galeón donde se da lugar a la locura y el amor. “El sótano de la peste” nos relata la historia de los “covenanters” escoceses que tratan de anglicanizar a la iglesia escocesa en un ambiente opresivo y en un sótano donde habita el mal. “El pabellón en los Links” es el último de los relatos y está ambientado en un viejo caserón asediado donde se refugia un banquero corrupto y su hija de quien el protagonista se enamora y que son perseguidos por los “carbonari”, una sociedad secreta italiana que le reclaman una deuda pendiente. |