La maldición del beso

La historia nos presenta a Gwyn, ella es una bruja que tiene una pequeña tienda en el pueblo de Graves Glen. Luego de los sucesos que se dieron el Halloween del año pasado ahora su familia es la responsable de alimentar las líneas mágicas que corren por el pueblo. Con su madre de viaje y su prima Vivi camino a su pospuesta luna de miel, es el deber de Gwyn de proteger Graves Glen de cualquier fuerza oscura y malévola. Pero es otra cosa lo que va a perturbar la tranquila vida de Gwyn o mejor dicho otro brujo un poco arrogante y demasiado guapo para su bien.
Llewellyn Penhallow regresa a Graves Glen luego mucho tiempo. Ahora que su familia no es la encargada de alimentar la magia del pueblo, Wells cree que debe contribuir de otra forma al lugar ya que pese a todo, su familia fue la fundadora del pueblo. Wells abre una tienda justo enfrente de la de Gwyn. La prima de la esposa de su hermano pequeño Rhys, una de las brujas más exasperantes y a la vez fascinante que jamás conoció.
Gwyn y Wells pese a sus diferencias deberán unir fuerzas si quieren sobrevivir a lo que se avecina, porque Hallowen se acerca y también los problemas para las mujeres Jones.
Gwyn es una joven graciosa, sarcástica y carismática que me llamo la atención en el primer libro. Ame como sacaba de quicio a Wells con sus comentarios.
Wells es un joven un poco serio que siempre se comportó como su padre esperaba que hiciera. Me gusto leer como se relajaba y dejaba al descubierto su verdadero yo cuando estaba cerca de Gwyn.
La química de ambos era palpable y era increíble las chispas que saltaban cundo estaban juntos.
La historia se lee muy rápido. Es una romcom ligera, llena de magia, con diálogos graciosos y varias escenas spicy.
La recomiendo mucho si quieren leer algo ameno y pasar un buen rato.