Una vaga sensación de pérdida

Antes de comenzar mi crítica, quiero agradecer de corazón a Masa Crítica, a la editorial Acantilado y a Babelio la oportunidad que me han dado de acercarme a un escritor del que había oído hablar, pero del que no había leído nada.
Si la editorial Acantilado es ya un sello de calidad por sí misma, el autor Andrzej Stasiuk supone una consolidación del nivel del libro al que nos vamos a enfrentar. Y digo enfrentar porque Una vaga sensación de pérdida no es una obra fácil. A pesar de su brevedad -ocupa 72 páginas-, los cuatro relatos en los que se estructura el libro están escritos de un modo muy personal, rozando lo lírico.
Las narraciones tienen un motivo común que las une: el tema central, que el autor sugiere en el título que las agrupa. Una vaga sensación de pérdida no es sino el modo con el que Stasiuk alude elegantemente a la muerte.
El volumen se abre con La abuela y los espíritus. Pese a ser un cuento indiscutiblemente personal y europeo, esta narración me ha hecho pensar constantemente en el Realismo Mágico. El narrador nos presenta un personaje invisible por lo cotidiano del mismo pero también extraordinario, debido a su capacidad de ver a los espíritus. El contacto de la abuela con el otro mundo no es algo traumático para ella. Más bien forma parte de la propia vida. Y es esta urdimbre entre vida y muerte, realidad y elementos fantásticos donde mi mente ha viajado al mundo del Realismo mágico.
"Para ella debía existir un sólo género indivisible de hechos, todos igual de reales y con los mismos derechos".
El segundo cuento del libro se titula Agustyn y también ha querido recordarme a la literatura argentina, en la que los amigos se visitan y se tratan incluso en los momentos más duros de la vida. Agustyn es un escritor bohemio, comunista y sobre todo muy cabezota. Un día sufre un derrame cerebral que lo lleva primero al hospital y más tarde a una residencia. Allí van a visitarle y a tratar de rescatarle de la muerte un grupo de amigos. Y pese a todo, la muerte llega y lo encuentra solo, aunque sus amigos no lo olvidarán.
La perra nos presenta la agonía de una mascota con todos sus pasos. Es un cuento lleno de sentimiento –que no sentimentalismo-, que refleja a la perfección el amor por los animales, en este caso por una perra cuya máxima trastada fue robar un pollito a los vecinos para llevarlo con mucho cuidado hasta su camada, sin hacerle el menor daño. Y a la vez es un cuento brutal, que refleja sin compasión la vejez y la muerte.
“Escribo este texto, a medio camino entre obituario canino y elegía por un animal aún vivo, porque por primera vez en mi vida me ha sido dado observar durante tanto tiempo, de forma sistemática y precisa, cómo un ser vivo se va transformando en un cuerpo cada vez más decrépito para por fin convertirse en cadáver.”
La perra acaba siendo un espejo de lo que espera al protagonista y al resto de seres humanos. Un instrumento que se presta a profundas reflexiones sobre la vejez, la soledad y la muerte que provocan escalofríos por su precisión y agudeza: “ O puede que se trate del olor a humanidad que nos aterra, que nos repele y nos persigue, y por eso lo encerramos en esos lugares apartados e invisibles. Les pagamos a los de los guantes de látex para que respiren por nosotros ese olor. Les pagamos para que acompañen a la muerte. Les pagamos, por fin, para que, en cierto modo, mueran por nosotros. Pues, al participar en el morir de otras personas, en el de nuestros allegados, nosotros mismos morimos un poco…”
El volumen se cierra con Grochów, el relato más extenso de los cuatro, en el que el protagonista reflexiona en tono lírico sobre la muerte, la desaparición del cuerpo humano de un amigo todo con el fondo de un barrio obrero de una ciudad.
Una vaga sensación de pérdida no es un libro fácil pese a su brevedad. Está lleno de elementos líricos e intimistas que llaman a la reflexión sobre la existencia del ser humano, sin proporcionar respuestas, si no invitando al pensamiento personal.
Los cuentos están acompañados por cuatro ilustraciones surrealistas que se hacen eco de alguno de los aspectos fundamentales de la narración y que los iluminan cuando se termina su lectura.
Una lectura que no dejará indiferente.