Las hijas perdidas

La historia se desarrolla en dos hilos temporales diferentes que se superponen uno a otro. No suelo sentirme cómoda con este tipo de novelas porque una de las tramas casi siempre me interesa menos pero no es este el caso. He disfrutado ambos períodos y me han enganchado por igual.

En cuanto a la trama en 1950, nos plantea una situación muy triste. Un grupo de chicas que de un modo u otro molestan a sus familias y son llevadas a un centro que se convierte poco más que en una cárcel. Te va presentando a cada una de las muchachas, que son compañeras de habitación. Te muestra sus vidas, sus esperanzas y también sus miedos. La historia comienza aquí, con estas jóvenes, pero no los problemas que vienen de aún más atrás en el pasado. Un interesante secreto por descubrir.

Ya en 2014, conocemos a una chica rota por la muerte de su hermana y que a pesar de los años transcurridos no lo ha logrado olvidar. Con las reformas del colegio donde ella apareció asesinada, Fiona inicia sus propias investigaciones porque quiere saber qué sucedió realmente aquella noche. Su deseo por descubrir la verdad le llevará a un final insospechado.

Ha sido publicada por Libros de Seda, una editorial dedicada a las novelas románticas por lo que me dio por pensar que iría por esa línea. No voy a decir que no exista una relación en toda la historia pero pasa tan por encima sobre ella que yo no diría que sea remarcable. Lo más importante son las vidas de las muchachas y ese ser que se esconde en el colegio.
Se van alternando las narraciones de una época a otra, para ir desvelando los secretos poco a poco hasta que al final ambas historias convergen de manera precisa. Todo en esta novela encaja a la perfección: personajes muy bien desarrollados, una trama original y un desarrollo de la historia que te engancha; tan solo quieres descubrir qué esconde el colegio. Una novela de misterio con algún que otro fantasma; recomendable al 100%.
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