En nombre del amor

Sabéis cuándo leéis una historia y teméis qué pase lo que pasa?
Pues eso es lo que me ha sucedido con En nombre del amor.
Le reconozco a Nicholas Sparks muchas cualidades como narrador. Sabe ambientar sus historias, creando un clima propicio para el romance. Sus secundarios suelen ser rotundos y tiene un estilo cuidado, íntimo y elegante, aunque bastante conservador.Hasta aquí todo bien.
En esta historia en concreto nos encontramos con Travis y Gaby, ella una joven recién llegada a Beaufort, Carolina del Norte. Él, el joven veterinario local. La historia entre ellos, vecinos de carácter aparentemente opuesto y visiones y experiencias vitales distintas, me ha parecido bastante entretenida. Gaby es una persona muy influenciada por una madre más bien retrógrada que conforme ha ido avanzando la narración me ha descolocado un poco, en un momento era tímida y apocada para pasar a ser atrevida en pocos segundos. Travis me ha gustado bastante por su talante pausado y su naturaleza deportista, aunque me ha resultado más tradicional de lo que esperaba en él al principio.
La trama es sencilla y tres cuartas partes del libro discurren de una manera concreta, sabes que Gaby debe tomar un decisión, un amor antiguo que no la hace feliz al cien por cien o la ilusión de un persona nueva en su vida a la que conoce poco, pero con la que siente una gran conexión.
En la última parte de la historia y esto NO me ha gustado, vemos OTRA VEZ los antiguos recursos del autor, que están metidos con calzador en mi opinión, de forma gratuita y aunque planea un dilema que podría ser interesante, termina de estropear una lectura que estaba siendo sencilla pero agradable con un final precipitado.
Cierro el libro con la sensación de haber perdido en parte el tiempo con este libro, muy a mí pesar.