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Me he leído varios libros de Nicholas Sparks, como siempre hay unos mejores que otros, pero siempre me dejan con buen sabor de boca. Este libro, hasta el momento es el que menos me ha gustado de todos los que he leído, no se, me parece un libro demasiado simplón en comparación a otros que he leído, lo que me gusta de Sparks es que tiene una enorme capacidad para trasmitir, sus historias nunca me parecen insulsas o poco profundas, sin embargo, aquí me ha quedado a deber, la he sentido tan superficial que me ha sorprendido e incluso en algunos momentos hasta aburrida, creo yo que lo que me ha fastidiado es lo trillado que me ha resultado todo el argumento. Voy a empezar diciendo que esa parte de “no me enamoro porque tengo traumas” me ha fastidiado un poco, es algo tan utilizado en los libros románticos y un argumento que nunca compro, creo que conscientemente nadie hace eso, en fin, pero por otro lado Sparks siempre tiene ese tono dramático en sus historias, aquí no ha faltado por supuesto que no y honestamente es lo mejor de la novela, el manejo de la muerte, la perdida de un buen amigo y todo eso lo ha manejado tal como a mi me gusta, pero el tema principal del romance de los protagonistas… pues no, no me ha terminado de cuadrar ni me ha gustado del todo la resolución tan pronta que ha manejado, creo que eso es lo que más me ha decepcionado, normalmente Sparks maneja tremendamente bien sus finales y aquí, honestamente me ha quedado a deber mucho. Por lo demás, pues es un libro, como todos los de este autor, muy bien escrito, fácil de leer y entretenido sin más, me ha gustado, pero sin duda no es lo mejor que he leído de él. |
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