𝔹𝕒𝕛𝕠 𝕖𝕝 𝕗𝕦𝕖𝕘𝕠 𝕪 𝕝𝕒 𝕤𝕒𝕝 de @josesotochica editado por @edhasa_libros_con_historia , cortesía de @babelioenespanol #masacríticababelio Qué alegría me he llevado al cuerpo al reencontrarme con la novela histórica y haciéndolo por la puerta grande. Porque esta novela es inmensa. Enorme en la trama, en la ejecución y en el rigor histórico. Es como el regusto final que te deja un buen licor. Nunca me han atraído mucho las novelas bélicas, pero reconozco que aquí prácticamente todo es guerra y enfrentamientos navales, y creo que por ahí me ha pillado el autor. Desconocía todo el engranaje de este tipo de batallas marinas y me ha resultado apasionante. He disfrutado tirando de diccionario para conocer qué es, por ejemplo, un ostracón, una aceifa, un espatario, un almajeneques o un escrúpulo. Ha sido un 𝒏𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂𝒓 en una trama perfectamente orquestada y organizada donde el autor apenas da respiro al lector en diferentes acciones paralelas. Los personajes están creados de forma magistral y fidedigna a lo que debían ser en la época. No podemos juzgarlos como buenos ni malos porque como dice: " siempre hay quien se empeña en sobrevivir a cualquier maldita calamidad". Y es que se trata de matar y robar para sobrevivir. Me ha gustado mucho el sajón Hroland y el vikingo Ingvar que se define como "un perro rabioso al mando de unos cuantos hijos de put@". Aretí, la chica, que la llevan violando desde los 8 años y escapa Constantinopla del cerd@ de su propio esposo que la quiere enterrar en vida. O Al- Aarbi que esconde su propia historia personal. Me ha encantado ver ese Mediterráneo convulso, lleno de piratas, corsarios y sarracenos. Esa trama por saquear Roma y las riquezas papales, conocer a los francos, adjetivados como jauría de perros rabiosos que se pelean por los despojos del imperio de Carlomagno. La novela estructurada en capítulos cortos facilita la lectura y el avance. Y termina con unos epílogos donde nos desvela el destino de los personajes principales. Sin duda la novela, con una documentación rigurosa y amplísima, hace al autor merecedor de elogio. Enhorabuena, Maestro |