InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de gustavoadolfo


gustavoadolfo
19 May 2021
La historia de los inconformes

Fernando Soto Aparicio (1933-2016) escribió un poco más de setenta obras literarias, entre las que se destacan "La rebelión de las ratas" (1962) y "Mientras llueve" (1966). Su literatura denuncia la realidad social violenta de Colombia, una realidad que parece no haber cambiado a lo largo de las décadas y que hoy seguimos sufriendo. Véase, por ejemplo: "Los funerales de América"; publicada por primera vez en 1978, por Plaza & Janés, y reeditada en cinco ocasiones durante la década de 1980. En febrero de 2021 la Editorial Atenea Ltda. publicó una nueva edición; la que aquí leemos.

La historia narrada en esta novela sucede en Colombia, durante el mes de octubre de 1973, es decir, hace cuarenta y siete años y, sin embargo, lo narrado parece referirse a las noticias del día de hoy: en la obra, Colombia está hipotecada a los Estados Unidos, mientras que el gobierno de turno, en consorcio con los industriales, esclaviza a las personas en plantaciones, minas y fábricas para que los dueños de estas se enriquezcan y saquen su dinero al extranjero. En todo el país existen grupos de inconformes, pero la fuerza pública los mantiene al margen utilizando la represión. Asimismo: los medios de comunicación están comprados o son propiedad directa de los empresarios y el gobierno.

A pesar de la diferencia entre las fuerzas en resistencia, los inconformes no hacen otra cosa que oponerse. Se oponen porque los industriales compran las elecciones para escoger a un presidente que grave a los pobres; se oponen porque las leyes las hacen quienes no conocen las necesidades del pueblo; se oponen porque los políticos están siendo investigados por desfalcos, peculados, estafas, cohechos, prevaricatos y fraudes; se oponen porque el gobierno no quiere eliminar la guerra, ya que ella le permite declarar el constante estado de sitio; se oponen porque la clase media se empobrece y empieza a desaparecer; se oponen porque la reforma agraria es un “fantasma”: no existe y sólo resurge como una promesa en épocas de elecciones, una promesa que no se hace realidad; se oponen porque a los sindicalistas los compran o los asesinan; se oponen porque las huelgas y las marchas son declaradas ilegales y repelidas a bala; se oponen porque el presidente crea instituciones y puestos públicos para asegurarle los votos a su partido político; se oponen porque el DANE, calificado de “bufón”, maquilla las cifras; se oponen porque la oposición política, denominada como “la esperanza”, también está siendo investigada por peculado.

En la novela, los inconformes son, en su mayoría, los jóvenes estudiantes, quienes no pueden esperar nada del futuro y tampoco pueden extrañar su pasado, ya que están muy ocupados defendiéndose del presente. Jóvenes que ya están acostumbrados a la idea de que los puedan matar. Ellos desconfían de los adultos porque muchos, incluidos sus propios familiares y profesores, no comprenden su inconformismo. Téngase en cuenta que, en la novela, la educación pública es pensada como un delito y por eso el gobierno quiere cerrar las instituciones donde se instruyen la mayoría de los inconformes. Para lograrlo, el gobierno mezcla entre los estudiantes a “vándalos” que protagonizan desmanes; también se encarga de inventar prontuarios para acusar, encerrar y asesinar a los estudiantes, incluso por el mero hecho de poseer libros contrarios a su parecer.

El desarrollo de la obra precisa que los industriales aceptan el paro porque pueden darse el gusto de perder algunos millones, pero el obrero no puede perder una semana de sueldo. También precisa que los soldados y los policías aprenden a odiar a los inconformes, incluso a los campesinos; por eso atacan sin consideración.

La novela tiene un poco más de cuatrocientas páginas, divididas en dieciséis capítulos que se suceden como si se tratara de una crónica. En cada capítulo se intercalan las historias de los diversos personajes, pertenecientes todos ellos a las diferentes clases sociales y posiciones ideológicas. Todas estas historias se entrecruzan cuando un grupo de jóvenes, pertenecientes a un grupo guerrillero, deciden secuestrar al hijo de un coronel, con la intención de canjearlo por la vida de tres mujeres que han sido torturadas por el ejército. La novela entrevera la narración directa con la lectura de un diario íntimo en el que un personaje confiesa el amor y la traición; asimismo, la novela intercala la lectura de titulares de prensa y algunos apartados de reportajes investigativos, firmados todos por un periodista que investiga la crisis social omitiendo el sesgo del medio para el que trabaja.

A lo largo de las páginas se vislumbran las vicisitudes que enfrentan los diferentes personajes, lo que produce constantes cuestionamientos sobre sus propias ideas y sentimientos. de esta manera, cuando los personajes en oposición se enfrentan a la realidad y se hacen conscientes de la lucha desigual, es cuando deciden cambiar, incluso si lo anterior significa traicionarse. Así, tanto el ejército, como los obreros, campesinos y jóvenes inconformes serán, en algún momento de la historia, vendidos (por dinero o por amor).

Mientras que los protagonistas se enfrentan con la duda y crecen como personajes, las mafias continuarán impunes, incluso se las arreglan para crear laboratorios en los barrios elegantes de la capital. Los industriales realizan donativos para reducir los pocos impuestos que pagan. El gobierno no hace efectivas las recompensas ofrecidas por denunciar. La fuerza pública sigue siendo represiva, y no defensiva; y los militares investigados serán condecorados por decreto presidencial. “La gente de bien”, como son llamados los que se oponen a la huelga, seguirán diciendo que los pobres son pobres por su propia culpa, considerarán al comunismo y al socialismo como inventos del diablo, aunque no sepan diferenciarlos; y seguirán creyendo que la izquierda quiere convertir al país en Cuba; y en aras de tener la razón no les importará que se violen los derechos humanos (de los otros). Por último: los eventos deportivos se utilizarán para “dopar al público y desviarlo de la cruda y angustiosa realidad nacional” (393).

Llama la atención que en esta novela el presidente del país, como personaje mencionado en repetidas ocasiones, esté ausente de la acción, pues se niega a todo, incluso a reunirse con alguien distinto a sus ministros. al final, también se niega a recibir al mismísimo coronel que ha sufrido el secuestro de su hijo. En la obra, el presidente y la fuerza pública no ceden porque quieren conservar un prestigio, un prestigio que ya no tienen, ni siquiera entre los suyos.

Creo que esta novela, sin proponérselo, permite que el lector se sienta un inconforme, pues el inconformismo no es una cualidad del necesitado, es una cualidad del ciudadano que vela por el funcionamiento de las instituciones y sus empleados, especialmente si el funcionamiento errado de las instituciones permite la violación de los derechos básicos de la humanidad.

Otro detalle interesante de esta novela es la manera en que esta historia, centrada en el caso colombiano, alude constantemente a las semejanzas con otros países del continente: Bolivia, Chile, Uruguay... y de allí el título de la obra: Los funerales de América. Quizás la única debilidad de la novela, para mi gusto, estriba en el hecho de que la narración sobre explique, en lugar de sugerir y narrar.
Enlace: https://guardopalabras.blogs..
Comentar  Me gusta         20



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(2)ver más