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La vida de Faith acaba de ponerse patas arriba. Cuando su madre es despedida como cirujana por una negligencia médica, decide poner tierra de por medio y trasladarse a vivir a Ravenheart, un puedo perdido de la mano de dios, arrastrando con ella a sus dos hijos. Faith, amarrada a su cámara de fotos, emprenderá algo dudosa esta nueva aventura. Pero al llegar a Ravenheart, cada cosa le parece más extraña que la anterior. Las costumbres del pueblo, sus habitantes, hasta las campanas de la iglesia, son diferentes allí. Pero su madre y su hermano pequeño, parecen encantados ¿será cosa suya? No, no son imaginaciones y cuanto más tiempo pasa, más aumenta su sensación de querer escapar... . "VAN A LLEVARME CON ELLOS" "BUM-BUM... BUM-BUM..." Bueno, bueno, ¡bueno! A ver cómo os convenzo yo, para que leáis este libro, porque sí, tras terminarlo, ese es mi más fiel objetivo. Es una novela como os digo, con tintes de terror, pero muy light, nada que quite el sueño por las noches, pero la intriga es máxima y va creciendo en cada capítulo. Además, va acompañada de una narración súper inquietante, poética... Y de unos personajes llenos de secretos y misterio. También la ambientación es de diez: un pueblo abandonado, que parece haber quedado anclado, muchas décadas atrás... El final, es de los que te estallan la cabeza, y cuando después de un plot twist tras otro, al final descubres qué está pasando, te deja con la boca abierta. ¡Brutal! |
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