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En las inhóspitas marismas del río Ter se esconden un secreto que muy pocas personas conocen... Cuando Bashira, una pequeña de diez años, desaparece en el parque infantil del hostal Les Dunes, el pánico se apodera de cada uno de sus rincones. ¿Dónde está la niña? ¿Qué ha sucedido? Son las preguntas que se hacen el comisario Narváez, el sargento Quiroga y el detective Nico, tres investigadores muy perspicaces cuyas personalidades están tan bien definidas que se han convertido en mis personajes favoritos de la historia. Todos sabemos que las desapariciones son complejas de resolver, cuanto más, en un lugar como las marismas, lúgubre y fantasmal en invierno. Un lugar que, a pesar de no haberlo visitado nunca, lo he recorrido gracias a las fantásticas descripciones que contiene la novela. ¡Qué impresionante es visitar un sitio a través de las páginas de un libro! Esta novela te hará sentir en tus propias entrañas las angustia que viven tanto familiares como investigadores en un caso de desaparición, donde cada minuto cuenta. Los capítulos son muy cortos lo que acentúa la intriga y provoca que no puedas parar de leer. No esperes encontrar el típico thriller en esta historia, para nada, su originalidad es la clave. Toca temas muy interesantes como la brujería y da visibilidad a diferentes enfermedades, este aspecto me ha encantado, me parece un gran homenaje para todos aquellos que las sufren. En definitiva, si te apasiona el thriller y quieres leer una historia en la que el amor y el odio son claves fundamentales, tienes que leer Marismas. |
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