Marismas

Marismas bien podría ser el guion de una serie de televisión. Escrita a dos manos por madre e hijo, cosa harto complicada, pero no imposible como nos demuestran los autores ya que se percibe durante toda la novela la complicidad. Ambos logran que parezca escrita por un solo escritor creando además una atmósfera muy particular y angustiosa en las marismas del río Ter.

📖Una tarde, a pocos días de Navidad, la pequeña Bashira desaparece sin dejar rastro en los jardines de un hostal en las marismas del río Ter. Mientras el comisario Narváez y su equipo se movilizan para encontrar cualquier rastro de la niña, el detective Nico Ros, que ha llegado a Llafranc para pasar las fiestas en familia, es contratado para reforzar la investigación por Jamal Daher, conocido narcotraficante de la zona y amigo de la infancia de Nico.

Esta es una novela policiaca, donde los protagonistas son las niñas desaparecidas que actúan como narradoras, pero también tendremos otros narradores diferentes un detective, un secuestrador y varias voces más, que incrementan de forma continua la angustia y el misterio. Un detective, que tengo que decir cuánto me ha gustado que esta vez el investigador no esté “atormentado” ni tenga traumas anteriores; es una gran variación a la lectura de mis últimas novelas parecidas. Un chico joven al que sonríe la vida pero que se ve envuelto en unos sucesos terribles.

Los capítulos son cortos y se leen muy rápido, y es adictiva. La ambientación en las marismas y los arrozales está muy lograda, e incorporando algunos detalles como la noche y las tormentas, se puede llegar a sentir el efecto que tiene que causar una trama de este estilo. Como nota menos positiva diría que es un final que se adelanta un poco para mi gusto, y que la historia es tan buena que se podría haber profundizado y extendido un poco.

No os perdáis el epílogo, tendremos segunda parte seguro!