La culpa

Cambiamos de estilo y de interés veraniego con esta novela de la conocida autora gallega, María Solar, acreedora del Premio Xerais de 2022, para adentrarnos en la historia convulsa y perturbadora de dos amigas, Mirta y Marcela, que por obligación, no por devoción, huyen de España hacia Argentina donde llegarán a conquistar a todo un país en el mundo de la música. Mirta, hasta convertirse en una auténtica diva. Marcela, con un cerebro intuitivo y organizado para el mundo de los negocios y un brazo armado para desbrozar el camino hacia el éxito de la primera, aunque lo abone con más de un cadáver con los que liquidar los precios y los peajes necesarios.

Mirta, se convierte así en la excusa perfecta de una auténtica psicópata. En la musa de una asesina. Marcela, encuentra en su amiga de adolescencia los fines premeditados, la justificación de sus propios pasos, su razón para vivir. El bien y el mal como la cara y la cruz de una misma moneda.

Mientras Mirta se ve arrasada por un sentimiento permanente de culpa que planea toda la historia (la culpa de las víctimas, las culpas heredadas, las culpas educacionales por el hecho de ser mujer y la culpa real, ésa que no puede sentir el brazo armado pero sí el permisivo, el complice; la devastadora de no asumir la responsabilidad que corresponde; la que lleva al autocastigo o a aceptar de manera complaciente el castigo que deseen imponerte porque, en definitiva, una cree merecerlo), Marcela siente que Mirta no le devuelve con creces una lógica gratitud, un papel más preponderante que el de mover los hilos en la sombra.

Esta relación tóxica, de absoluta dependencia de la una con la otra; esta simbiosis profunda y demoledora que lo inunda todo y lo contamina, terminará de forma funesta.

Todo esto lo conoceremos leyendo el diario que escribe Mirta Val en Buenos Aires. Sólo a través de su mirada, y no es inocua, se nos transmiten los hechos y el perfil psicológico, muy oscuro, de la segunda protagonista, Marcela.

El resto, una heredera casual, en la línea temporal presente, de la señora Mirta Góndar y su investigación para conocer a fondo a la legataria tanto en Santiago como en Buenos Aires, es más trivial, novelesca en sentido peyorativo, y mucho menos interesante. Casi sobra, aunque con ello se pretenda darnos las claves finales de la historia. Un final tan inesperado como poco verosímil nos deja, desafortunadamente, un regusto amargo que, sin embargo, no nos impide valorar la buena narrativa de María Solar, su estupenda construcción de las dos mujeres protagonistas y el terrible trasfondo de su durísima historia.

En mi opinión, en el "diario" está la buena literatura de María Solar, lo más arriesgado de su propuesta y la voz personal de una autora que tiene mucho y bueno que contarnos: una nota final a la obra que podría haber sido más alta (me siento algo culpable) porque promete pero finalmente no cumple con las expectativas que genera. Seguiremos leyéndola.

Te esperamos en Entre Libros.
Enlace: https://www.facebook.com/pro..