En ningún momento esperaba encontrarme una historia como esta, podéis leer tranquilamente la sinopsis porque no desvela absolutamente nada. Su trama es oscura, truculenta, retorcida y la ambientación, como no podía ser de otra manera, claustrofóbica. La novela tiene dos líneas temporales: la primera es la actualidad, donde conoceremos a Amanda. Esta trabaja de oficinista en un banco, su vida es rutinaria y últimamente no lo está pasando nada bien por su reciente ruptura sentimental, aunque todo esto pasará a segundo plano cuando una cliente del banco, no muy querida, decide dejarle toda su millonaria herencia sin ninguna explicación, solo la ha visto dos veces en toda su vida; la segunda línea temporal se fecha en 2004, donde una mujer llamada Mirtha, mediante un diario, nos va a narrar su vida y la relación de amistad, muy oscura y tóxica, que mantiene desde niña con Marcela. Mirtha necesita contar su terrible vida para que la pesada culpa se desvanezca un poco y alivie su tormento. Sabe que, aunque ella no es como Marcela, tiene las manos igualmente manchadas de sangre. El estilo es claro y directo. El uso de capítulos cortos hace que te enganches todavía más a la lectura. Lo más fascinante, para mí, ha sido el final. Me ha impactado, no me lo esperaba ni por asomo y eso siempre es un plus. Si os encantan las historias turbias y retorcidas dadle una oportunidad porque no os defraudará. |