Canto yo y la montaña baila

Busco libros que me hagan sentir cosas, no es que no me gusten los que cuentan historias del pasado, vidas de gentes interesantes, o imaginen el futuro en este u otros planetas, cualquiera de esos me hace viajar a universos desconocidos, a nuevas realidades; pero si además me hacen sentir bien o mal, si me hacen experimentar la locura de amar, el deseo de matar, o la necesidad de luchar por una causa justa entonces estamos ante los buenos libros. Esos son mis chicos. Y este es uno de mis chicos. Me ha gustado tanto que creo que esta en el top 10 de los favoritos de este año.

Comencemos entonces con la crítica de los personajes, el libro cuenta con una variedad de humanos y no humanos que se pasean por sus páginas como Pedro en su casa, Irene dota a todos de voz y carácter, todos son imperfectos y bellos, todos viven, no el buen vivir que muchos esperan, (algunos ni siquiera viven en el mismo plano terrenal) sino la vida en sí, comes, matas, duermes, amas, meas, sueñas, y eso no tiene nada de especial cuando lo haces y das por sentado que siempre lo vas a hacer, pero cuando ella lo narra adquiere el significado que debe, o debería tener cada vez que somos verbos. Sigamos con la escritura, la Solà fluye, como río, pero también es imperecedera como montaña; a lo que voy es a que, aunque es fácil de leer, los escritos perduran en el alma, no se equivoquen, la técnica puede confundir y no deleitar a los ojos profanos, pero es tan buena, que aquellos que la disfrutan, como yo, se sienten agradecidos de poder leerla. Terminemos con la historia, es la historia de un pueblo, como muchos en mi país o en el mundo, un pueblo cerca de la frontera, con sus costumbres, sus creencias, sus vecinos que se conocen de siempre y sus paisajes de montaña; digo que es la historia del pueblo, porque aunque el no tiene precisamente voz en uno de los capítulos, una buena parte de los habitantes del pueblo y alrededores sí que la tienen, y van dando forma al medio físico como quien va pegando recortes de revistas en un collage, y al final descubre que ha creado un todo, con presente, pasado y futuro.

En suma, que buen libro. Cautivador desde la primera frase, hasta la última. Embelesa lo sentidos, te maneja a su gusto los sentimientos, te deja con la boca abierta, y luego te la cierra, y aunque no soy española dices ostiaaaa, y luego dices, es que este libro va a pasar a los clásicos, y luego paras, porque si no paras, te desbordas.