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Todo comienza cuando Dorothea decide no subir al avión con sus padres, no volvería a Argentina para permanecer en Inglaterra como cuidadora de casas y animales, mientras sus propietarios viajan. Educada en el seno de una familia cuyo padre es un famoso pintor y un hermano egoísta, Dorothea, se ha visto abocada a vivir como la mera asistente de su padre, se niega a reconocer la artista que hay en su hija y no deja de anularla a lo largo de toda su vida. Por ello, cuando descubre el engaño al que ha sido sometida durante años por su pareja, determinará que empujada por su prima decida permanecer en Inglaterra y vivir su vida.Podemos entender que casi a sus 60 años empieza a vivir y a sentirse libre. En esta obra, la escritora ha conseguido crear un personaje dulce, simpático que no es capaz de ver en sí misma lo que todos ven. A través de la relaciones con unos simples desconocidos será cuando empiece a ser consciente de su arte y su valor como persona. Me ha parecido una novela muy cortita, pero de las que llegan el corazón. |
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