Aunque el libro me ha gustado, realmente no es lo que me esperaba, creo que me esperaba una historia familiar novelada cuando en realidad es un ensayo muy lúcido sobre el campo y aquellos que viven de él y en él. Yo, que cuando era pequeña acompañaba a toda mi familia a la aceituna e iba todos los fines de semana a mi pueblo a hacer los deberes en el brasero, me he sentido muy identificada en algunos pasajes, sobre todo en la poca importancia que siempre le damos al campo y a los pueblos, a nuestras familias porque como eran agricultores, pastores,ganaderos no tenían importancia, se ha escrito la historia sin ellos y ahora nos sentimos huérfanos.
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