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Córdoba, verano de 994. Subn Um Walad es la sayida, la señora de entre las señoras del califato. Esposa y madre de califas, una mujer de más de cincuenta años, pero cuya naturaleza aún conserva ese raro secreto de la hermosura. La sayida vive recluida en los Alcázares, pero hay algo que amenaza la apacible existencia de la que disfruta hasta ese momento. Esa amenaza es el propio Almanzor, un oportunista sin escrúpulos, un usurpador que con el tiempo se ha convertido en el dueño de la autoridad y el poder, que viendo como se acerca el fin de sus días quiere, por todos los medios, convertirse en el comendador de los creyentes y fundar con su nombramiento una nueva dinastía, la de los Amiries. No parará hasta conseguir su propósito, lo cual amenaza el futuro del legítimo califa. Pero la señora tiene un plan secreto que mantiene en vilo a todos los de su círculo de confianza, aunque para llevarlo a cabo necesita la ayuda de su hermano gemelo, el cadí de Badajoz, y por ello envía dos emisarios, un joven poeta y al hijo mayor del administrador del Zoco Grande, con una misiva de secreto contenido… Esta novela articula su argumento en once bloques y un total de 101 capítulos de corta extensión que le aportan fluidez a la lectura. La historia tiene un desarrollo lineal cronológico contenido entre julio del 994 y agosto del 996, y en ella se pone de relieve la ardua labor de documentación llevada a cabo por su autor, que se materializa en la contundencia con la que ha elaborado la sobresaliente ambientación de los distintos escenarios, el aspecto más reseñable de este libro. Con un predominio de profusas descripciones y de la mano de un narrador omnisciente que asume la voz del relato, logra que el lector se traslade sin apenas esfuerzo hasta un espacio de belleza singular, pudiendo pasear por las sinuosas callejuelas llenas de misterio y embrujo de la medina, mimetizándose entre el bullicio de la muchedumbre entusiasta por dar inicio a su jornada, entre el ímpetu de los vendedores, los pregoneros, los ruidos de las bestias de carga, o envolverse en el intenso aroma a especias de los diferentes puestos. Recrea el entorno con tal realismo que te parece estar deambulando por los patios, los jardines, las caballerizas o las cocinas de los Alcázares, la residencia privada del califa y su madre. Aspirando el aire puro, húmedo y fragante de la serranía cordobesa, gozando del silencio de sus amaneceres y de la belleza, el orden y la elegante armonía de los palacios de Medina Azahara, la ciudad esplendorosa y prohibida, donde solo pueden acceder la alta nobleza y la familia del califa Con un estilo narrativo propio y muy cuidado, cierto predominio de lo descriptivo sobre los diálogos, algunos de ellos carentes de naturalidad y un tanto forzados, lo que puede restarle cierta fluidez a la trama, la inclusión de una serie de pasajes que aportan poco y ralentizan la lectura y una prosa rica en matices, Sánchez Adalid consigue tejer un tapiz elocuente de la atmósfera social, política y económica de aquellos dos años, en un momento en que el califato está en plena decadencia. Nos encontramos en una época convulsa, en la que se avecinan grandes conflictos bélicos que necesitarán una mano fuerte al frente del gobierno, para librarlo de sus enemigos y poder afianzarlo por los siglos. En lo que respecta a los personajes, el autor se sirve de ellos para focalizar la acción y mostrarnos la cotidianidad tras los muros del Alcázar o de la ciudad palatina de Medina Azahara. Unos personajes que me han resultado fríos y pincelados en su justa medida, lo suficiente para perfilar su personalidad. Brillando entre todos ellos con luz propia destaca el de la sayida. Aunque las historias sean independientes, ella ya aparece en "El mozárabe" como uno de los personajes principales. de origen vascón y dotada de una inusitada belleza, llegó a la corte cuando tan solo era una niña junto a su hermano gemelo. Luego el hijo y heredero del califa se enamoró de ella, convirtiéndola en su favorita y la madre de sus dos únicos hijos. Este privilegio le quitó la poca libertad de la que disfrutaba hasta ese momento. Siempre ha sido una mujer valiente y decidida, aunque afligida porque su hijo, el comendador de los creyentes, se halle bajo la omnipresente sombra del hayib Almansur y ajeno a las luchas por el poder. Está sola, viviendo de sus recuerdos y, a fuerza de ser engañada, ha llegado a creerse que no tenía derecho a ser feliz. Ha vivido en un ambiente enrarecido, rígido y cerrado, envuelta en la rutina y el aburrimiento. Sintetizando: "Los baños del Pozo Azul" es una ambiciosa novela con un riguroso trasfondo histórico, de ritmo desigual y leves dosis de misterio al incluirse una serie de desconcertantes muertes en su argumento. Aunque cuenta con un inicio intrigante y un marcado ritmo, su cadencia acaba ralentizándose a medida que avanzamos en la lectura. Un viaje en el tiempo que sumerge al lector en las procelosas aguas del declive de la dinastía omeya, convirtiéndolo en testigo mudo de las conspiraciones y ambiciones de ciertos personajes por el poder. La historia de una mujer de exquisita formación y evidente iniciativa personal, algo inusual en aquel lugar y aquel momento. Quizás esa falta de naturalidad en los diálogos o mi carencia de empatía con sus personajes pudieran ser lo que me ha impedido disfrutar plenamente de su lectura, pero a cambio cuenta con una extraordinaria ambientación de la época y la recomiendo a los amantes de la novela histórica. Enlace: https://www.mislecturas.es/2.. |
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